Have you ever heard the saying, “Common Sense is not so common!” The last couple of years have proved the statement.
After reading the Executive Orders of our new governor, it is good to see Common Sense. I would encourage you to read Governor Youngkin’s executive orders and directives. Again, an executive order is not law – there is not a vote by the legislature. What our governor has done in his first day of office is remove illegitimate and totalitarian edicts – by one man – which were never law. Since the legislative branch of the state has been controlled by the same political party as the former governor there was no check put on his power. And, we all know where unchecked power often leads.
When it comes to children, the Catholic Church’s teaching is consistent, as re-iterated by St. John Paul II in his Apostolic Letter on the Role of the Family in the Modern World, “. . . the right and duty of parents to give education is essential, since it is connected with the transmission of human life; it is original and primary with regard to the educational role of others, on account of the uniqueness of the loving relationship between parents and children; and it is irreplaceable and inalienable, and therefore incapable of being entirely delegated to others or usurped by others.”
Take a peek at the executive orders that relate to parents and their children. Governor Youngkin quotes from our state law: “a parent has a fundamental right to make decisions concerning the upbringing, education, and care of the parent’s child.” How many of us heard this part of the constitution in the last two years?!!
As a result, he will work to cancel the Marxist ideologies that have been introduced into our schools that teach children ‘what to think’ rather than teach children ‘how to think.’
One of the most intrusive limitations placed upon parents and children in our state the last two years is the mask mandate. Please read the common sense on masks in the governor’s second executive order. Here is a piece of it:
At the same time that a universal masking requirement in schools has provided inconsistent health benefits, the universal requirement has also inflicted notable harm and proven to be impracticable. Masks inhibit the ability of children to communicate, delay language development, and impede the growth of emotional and social skills. Some children report difficulty breathing and discomfort as a result of masks. Masks have also increased feelings of isolation, exacerbating mental health issues, which in many cases pose a greater health risk to children than COVID-19. Two years into the COVID-19 pandemic, mask mandates in schools have proved demoralizing to children facing these and other difficulties. While the Center for Disease Control (CDC) recommends masks, its research has found no statistically significant link between mandatory masking for students and reduced transmission of COVID-19. And the CDC has acknowledged that certain masks may be ineffective due to the material from which they are made or how they are worn. A review of CDC, WHO, and other local and international health authorities’ recommendations reveals a lack of consensus on the costs and benefits of mask-wearing for children in school for many of the reasons noted above. In light of the variety of circumstances confronted by students in the Commonwealth, parents should have the ability to decide whether their child should wear masks for the duration of the school day. This approach is consistent with the broad rights of parents. The Commonwealth recognizes in § 1-240.1 of the Code of Virginia, that “a parent has a fundamental right to make decisions concerning the upbringing, education, and care of the parent’s child.”
God bless
FRVW

Han escuchado el dicho, “¡el sentido común no es tan común!” Los últimos dos años han comprobado esta declaración.
Después de leer las Ordenes Ejecutivas de nuestro nuevo gobernador, es bueno poder ver el Sentido Común. Yo los animaría a leer las ordenes ejecutivas del Gobernador Younkin. Una vez más, una orden ejecutiva no es una ley – no hay votos de la legislatura. Lo que el gobernador hizo el primer día en su oficina es remover los edictos totalitarios e ilegítimos – de un hombre – los cuales nunca han sido la ley. Ya que el poder legislativo del estado ha estado controlado por el mismo partido político del gobernador previo, no había punto de control sobre su poder. Y, todos nosotros sabemos a dónde nos lleva un poder sin control.
Cuando se trata de niños, las enseñanzas de la Iglesia Católica es consistente, reiterado por San Juan Pablo II en su Carta Apostólica acerca de el Papel de la Familia en el Mundo Moderno, “… el derecho y deber de los padres de dar educación es esencial, ya que esta conectada con la transmisión de la vida humana; es original y primordial en cuanto al papel educacional de otros, a cuenta de la relación amorosa única entre padres e hijos; y es irremplazable e inalienable, y por lo tanto incapaz de ser delegada enteramente o usurpada por otros.”
Denle un vistazo a las ordenes ejecutivas en relación a los padres y sus hijos. El Gobernador Younkin cita nuestra ley estatal: “un padre tiene el deber fundamental de tomar decisiones en cuanto a la crianza, educación y cuidado de sus hijos.” ¡¡¿Cuántos de nosotros hemos escuchado esta parte de la constitución en los últimos dos años?!!
Como resultado, él va a trabajar para cancelar las ideas Marxistas que han sido introducidas a nuestras escuelas que les enseñan a los niños ‘que pensar’ en vez de enseñarles ‘como pensar’.
Una de las limitaciones más intrusivas puestas sobre los padres y sus niños en nuestro estado durante los dos últimos años es el mandato de mascarillas. Por favor lean el sentido común acerca de las mascarillas en la segunda orden ejecutiva. Aquí hay una pieza:
Al mismo tiempo que un requisito universal de mascarillas en las escuelas ha provisto beneficios de salud inconsistentes, el requisito universal ha causado daños notables y ha probado ser impracticable. Las mascarillas inhiben la habilidad de comunicarse en los niños, retrasan el desarrollo del lenguaje, e impiden el crecimiento de habilidades emocionales y sociales. Algunos niños reportan dificultades para respirar e incomodidad como resultado de las mascarillas. Las mascarillas también han incrementado sentimientos de aislamiento, agravado asuntos de salud mental, lo cual en muchos casos posan un mayor riesgo de salud en los niños que el COVID-19. Dos años dentro de la pandemia de COVID-19, los mandatos del uso de mascarillas en las escuelas han probado la desmoralización en los niños enfrentando estas y otras dificultades. Mientras que el Centro de Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) recomienda las mascarillas, su investigación no ha encontrado un enlace estadístico significante entre las mascarillas obligatorias para los estudiantes y la reducción de la transmisión del COVID-19. Y el CDC ha admitido que ciertas mascarillas pudieran ser inefectivas debido al material del cual han sido fabricadas o como han sido usadas. Una revisión del CDC, WHO (Organización Mundial de la Salud, por sus siglas en inglés) y las recomendaciones de otras autoridades de salud locales e internacionales revelan una falta de consenso en los costos y beneficios del uso de mascarilla para los niños en la escuela por muchas de las razones notadas anteriormente. Considerando la variedad de circunstancias confrontadas por los estudiantes en la Mancomunidad, los padres deben de tener la habilidad de decidir si sus hijos deben usar mascarillas durante la duración de la jornada escolar. Este enfoque es consistente con los amplios derechos de los padres. La Mancomunidad reconoce en el Código de Virginia §1-240.1, que “un padre tiene el derecho fundamental de tomar decisiones en cuanto a la crianza, educación y cuidado de sus hijos”.
Dios los bendiga
FRVW