As we enter the final week of preparation for Jesus’ Birth in Bethlehem, perhaps it would be good to ponder Mary’s preparation for the Birth of her God and Son.
What are her thoughts, her emotions? The final six months of Mary’s pregnancy, she is silent in Scripture. How often does she recount the Messianic prophecies from the Old Testament: for example, Isaiah’s prophecy that a Virgin would be with child? What are the emotions and thoughts of a mother who naturally will never conceive and give birth to a child only to be told she is pregnant?! How much in love with her God must she be? How often is Our Lady lost in ecstasy and prayer with her Divine Son in her womb? How grateful must she be to Almighty God for choosing her to be the Mother of the Messiah! How humble must she be to know that she is the woman prophesied in Genesis that would crush the head of the serpent! She is the greatest woman, indeed human person in history. Yet, she is the most humble person in history.
In human terms, how often does she sing to Him and speak to Him as any mother does with her unborn child? Mary prepared for the Birth of Jesus Christ the best of anyone in history. Therefore, it is to our benefit to try to come close to her thoughts and emotions as we prepare for the Birth of Her Son.
How quiet can we be this last week before Christmas? For, in silence, we are able to consider Our Lord’s Gift of Himself to us – in the manger, on the Cross, in the Sacred Host at Mass, in the tabernacle. In silence, we are able to converse with the God-man, especially in His Real Presence in the Holy Eucharist. How grateful are we that we can receive the same Jesus in Holy Communion? We are able to have Him within us physically in Holy Communion. How humble must we be.
God bless
FRVW
Mientras entramos a la semana final de preparación para el nacimiento de Jesús en Belén, a lo mejor sería bueno reflexionar sobre la preparación de María para el nacimiento de su Dios e Hijo.
¿Cuáles eran sus pensamientos, sus emociones? En los seis meses finales del embarazo de María, ella está en silencio en las Escrituras. ¿Cuán a menudo ella recuenta las profecías Mesiánicas del Antiguo Testamento: por ejemplo, la profecía de Isaías de que una Virgen tendría un niño? ¡¿Cuáles son las emociones y pensamientos de una mamá que de forma natural, nunca podría concebir y dar a luz un hijo, se le dice que está embarazada?! ¿Cuán enamorada debe de estar con su Dios? ¿Cuántas veces se perdió en éxtasis y oración con su Divino Hijo en su vientre? ¡Cuán agradecida debió estar con Dios Todopoderoso por escogerla para ser la Madre del Mesías! ¡Cuán humilde debe de ser ella para saber que ella es la mujer de la profecía de Génesis que aplastaría la cabeza de la serpiente! Ella es la mujer más grande, de hecho humana en la historia. Sin embargo, ella es la persona más humilde de la historia.
En términos humanos, ¿cuán a menudo le canta ella a Él, y le habla como cualquier madre lo haría con su hijo no nacido? María se preparó para el nacimiento de Jesucristo mejor que cualquier persona en la historia. Por lo tanto, es para nuestro beneficio que tratemos de acercarnos a sus pensamientos y emociones mientras nos preparamos para el Nacimiento de Su Hijo.
¿Cuán silenciosa puede ser esta última semana antes de Navidad? Porque, en el silencio, podemos considerar el Regalo de Sí Mismo que es Dios para nosotros – en el pesebre, en la Cruz, en la Sagrada Hostia en la Misa, en el Sagrario. En silencio, somos capaces de conversar con el Dios-hombre, especialmente en su Real Presencia en la Sagrada Eucaristía. ¿Cuán agradecidos estamos de podemos recibir al mismo Jesús en la Sagrada Comunión? Nosotros podemos tenerlo entre nosotros físicamente en la Sagrada Comunión. Cuan humildes debemos ser.
Dios los bendiga
FRVW