The Lord is risen! Alleluia! Alleluia! He is truly Risen! Alleluia! Alleluia!
How many can say joyfully that they have experienced the Resurrection this Easter! Tens of thousands have been baptized at Easter Vigil Masses throughout our country (and many more throughout the world)! They have had all their sins wiped away by Our Lord in this first of sacraments and given His life in their souls. Hundreds of thousands have availed themselves of Jesus’ mercy in the sacrament of Penance/Confession. Many who were bound by the death of serious/mortal sin have had their sins wiped away and given again the life of Almighty God in their souls! Yes, many have truly experienced the Resurrection this Easter!
The events of Good Friday and Easter Sunday teach us much. First, there can be no happy life without taking up the cross and following Jesus. There is no Easter Sunday without Good Friday. Each of us within our vocations, within our daily life will have many opportunities to take up the cross. For one, it may mean inconveniencing oneself to care for a loved-one, i.e. a parent caring for a sick child. For another, it may mean showing compassion or patience for a family member or co-worker. The cross may mean performing the most mundane duties of daily life with great love, diligence and joy. The cross may mean making time for prayer in a busy daily schedule. What do we find when we embrace the cross? We find peace, fulfillment and joy. We find Easter. Sure, there may be suffering. But, suffering united to Jesus’ suffering, embraced out of love for Him and one’s loved ones bears much fruit. What human person will help us to see this truth? The Blessed Virgin Mary who suffered more than we ever could and therefore knew the joy of Easter more than we ever could!
Jesus rising from the dead teaches us that He is truly God. He said that He would suffer, die AND rise from the dead. IF He did not rise from the dead, He is a liar or a lunatic. In either case, we need not believe anything of what he taught. However, He DID rise from the dead. In so doing, Jesus promises us that we will rise from the dead some day. If we die in His friendship it is a resurrection similar to His Resurrection: one of glory, joy, peace and fulfillment. We will experience the resurrection with a glorified body similar to Jesus’ glorified body that has a beauty to it not known on earth; that cannot suffer/die; that is not limited by time or space.
As we receive Jesus in His resurrected and glorified state in Holy Communion, may we thank Him for His Suffering, Death and Resurrection. May we adore Him as our God. May we love Him Who has loved us so greatly.
On behalf of Fr. Carr and Fr. Bork, may Our Lord grant you a holy and joyful Easter!
FRVW
¡El Señor ha Resucitado! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡De Verdad ha Resucitado! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Cuántos pueden decir felizmente que han experimentado la Resurrección esta Pascua! ¡Miles han sido bautizados durante las Misas de la Vigilia Pascual en todo nuestro país (y muchos más alrededor del mundo)! Nuestro Señor les limpió por completo sus pecados en este primero de todos los sacramentos y les dio Su vida dentro de sus vidas. Cientos de miles se pusieron a la disposición de la misericordia de Jesús en el sacramento de la Penitencia/Confesión. A muchos que estaban atados a la muerte de pecados serios/mortales, los pecados les fueron limpiados ¡y se les dio nuevamente la vida de Dios Todopoderoso en sus almas! Si, ¡muchos experimentaron verdaderamente la Resurrección esta Pascua!
Los eventos del Viernes Santo y del Domingo de Resurrección nos enseñan mucho. Por un lado, no puede haber una vida feliz sin tomar nuestra cruz y seguir a Jesús. No hay Domingo de Resurrección sin Viernes Santo. Cada uno de nosotros, dentro de nuestras vocaciones, dentro de nuestra vida diaria vamos a tener muchas oportunidades para llevar la cruz. Para comenzar, a lo mejor significa la inconveniencia de uno tener que cuidar a un ser querido, por ej. un padre de familia cuidando a un hijo enfermo. Por otro lado, a lo mejor significa mostrar compasión o paciencia a un familiar o un compañero de trabajo. A lo mejor la cruz significa hacer tiempo para la oración en un cargado horario diario. ¿Que encontramos cuando abrazamos la cruz? Encontramos paz, plenitud, y alegría. Encontramos Pascua. Claro, hay mucho sufrimiento. Pero un sufrimiento unido al sufrimiento de Jesús, acogido por amor a Él y a los seres amados genera mucho fruto. ¿Qué ser humano nos va a ayudar a ver esta verdad? ¡La Santísima Virgen María quien sufrió más de lo que nosotros podríamos y conoció la alegría de la Pascua más de lo que nosotros podríamos!
Jesús al resucitar de entre los Muertos nos enseña que Él verdaderamente es Dios. Él dijo que Él iba a sufrir, morir Y resucitar de entre los muertos. SI Él no resucitó de entre los muertos Él es un mentiroso o un lunático. En cualquiera de los dos casos, no tenemos que creer nada de lo que él ensenó. Sin embargo, Él SI resucitó de entre los muertos. Al hacerlo, Jesús nos promete que nosotros resucitaremos de entre los muertos algún día. Si morimos en amistad con Él, va a ser una resurrección similar a Su Resurrección: una de gloria, alegría, paz y plenitud. Vamos a experimentar la resurrección con un cuerpo glorificado, similar al cuerpo glorificado de Jesús, con una belleza que no se conoce en la Tierra; que no puede sufrir/morir; que no está limitado por el tiempo o el espacio.
Ahora que recibimos a Jesús en Su estado resucitado y glorificado en la Sagrada Comunión, ojalá que le agradezcamos por Su Sufrimiento, Muerte y Resurrección. Ojalá que lo Adoremos como nuestro Dios. Que amemos a quien nos ha amado tan grandemente.
De parte del Padre Carr, Padre Bork, ¡que Nuestro Señor les otorgue una santa y feliz Pascua!