We hope everyone had a holy, joyful and safe Thanksgiving.
As we begin another Advent in preparation for the coming of the Christ Child, the following quote from St. John Paul II would be worth our consideration.
Elizabeth’s start of joy at the Visitation emphasizes the gift that can be contained in a mere greeting, when it comes from a heart full of God. How often can the darkness of loneliness, oppressing a soul, be dispelled by the shining ray of a smile and a kind word! A good word is soon said; yet sometimes we find it difficult to utter: We are restrained by fatigue, we are distracted by worries, we are checked by a feeling of coldness or selfish indifference. Thus it happens that we may pass by persons, although we know them, without looking at their faces and without realizing how often they are suffering from that subtle, wearing sorrow which comes from feeling ignored. A cordial word, an affectionate gesture would be enough, and something would at once awaken in them: a sign of attention and courtesy can be a breath of fresh air in the stuffiness of an existence oppressed by sadness and dejection. Mary’s greeting filled with joy the heart of her elderly cousin Elizabeth (cf. Luke 1:44). (John Paul II, Address, February 11, 1981).
As a spiritual writer, Fr. Francis Fernandez has put it: The truth is that people have a great thirst for smiles. They have an enormous longing for cheerfulness and encouragement.
Perhaps, a goal for each day of Advent: to bring a little joy to another as the Birth of Jesus brought joy to Our Lady, St. Joseph and the shepherds.
God bless
FRVW
Esperamos que todos hayan tenido un bendito, feliz y seguro Dia de Acción de Gracias.
Mientras comenzamos otro Adviento en preparación para la venida del Niño-Cristo, vale la pena que consideremos la siguiente cita de San Juan Pablo II.
El comienzo de la felicidad de Isabel en la Visitacion, enfatiza el regalo que puede estar contenido en un mero saludo, cuando viene de un corazón lleno de Dios. ¡Cuán a menudo la oscuridad de la soledad oprimiendo a un alma, puede ser disipada por el rayo de luz de una sonrisa y una palabra amable! Una buena palabra dicha pronto; sin embargo, a veces encontramos dificultad para pronunciarla: somos frenados por el cansancio, estamos distraídos por las penas, nos detenemos por un sentimiento de frialdad o indiferencia egoísta. Por consiguiente, pasa que a lo mejor pasamos junto a personas, a las que, a pesar de conocerlas, no la vemos a la cara y sin darnos cuenta de cuan a menudo ellos están sufriendo de ese sutil, dolor desgastante que viene de sentirse ignorado. Una palabra cordial, un gesto afectuoso sería suficiente, y puede que algo se despierte de repente en ellos: una señal de atención y cortesía puede ser un soplo de aire fresco en la pesadez de una existencia oprimida por la tristeza y el abatimiento. El saludo de María llenó de alegría el corazón de su prima Isabel (cf. Lucas 1:44). (Juan Pablo II, Discurso, 11 de febrero de 1981).
Así como lo pone es escritor spiritual, el Padre Francis Fernández: La verdad es que la gente tiene una gran sed de sonrisas. Tienen un enorme anhelo de entusiasmo y aliento.
Tal vez, una meta para cada día de Adviento: llevar un poquito de alegría a alguien, así como el Nacimiento de Jesús le trajo alegría a Nuestra Señora, San José y los pastores.
Dios los bendiga
FRVW